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Historia del Escultismo en San Fernando (Cádiz)

Por Eugenio Baturone Barrilaro

Grupo Scout 310 – San Jorge

ASDE – Scouts de Andalucía

“Si alguien ha podido decir que somos unos ilusos y que perseguimos una verdadera locura, pugnando contra la costumbre y bañándonos en el ridículo extravagante, no espere que le contestemos, ni que nos defendamos; porque si locura es esto, luchar sin tregua, ni reposo, por la justicia, con amor, amor infinito a nuestra patria y marchar tras el ideal de su resurgimiento y dignificación, por el prosaico camino de las realidades humanas, que es tanto como correr tras una estrella del cielo,  entre  peñascales  y  abrojos,  hay  que  confesar  que  estamos dementes, y que los cuerdos son, los que en nada de est o se ocupan, atentos sólo en su medro personal y su egoísmo.”

 

Don José Garzón y Ruiz, 4-5-1919

Nacimiento del primer Grupo de Exploradores

El día 2 de abril de 1916, en el domicilio de Don José Garzón y Ruiz se reunió un grupo de señores,   entre   los  que  se  encontraba Don Ernesto Bonaplata Godoy, quien había sido recientemente destinado como profesor de esgrima y gimnasia, a la Escuela Naval Militar.

El señor Bonaplata procedía de Valladolid, donde era jefe de Tropa de la sección local de los Exploradores  de España. La finalidad de esta reunión era la de constituir la Junta directiva del Comité local de los Exploradores de España en San Fernando. 

Dos días antes, el 31 de marzo, apareció en la revista ilustrada «La Isla» una fotografía del que supuestamente era el primer explorador isleño, Agustinito Fernández Escuín, que era un niño de cuatro años de edad, perfectamente uniformado y con su bordón en la mano.

agustinito

 

Supongo que la aparición de esta fotografía, como la del texto que la acompañaba, era lógicamente un reclamo publicitario para animar a los muchachos y a sus padres a que se inscribieran como exploradores.

El día 10 de abril se abrió el plazo de inscripción para todos aquellos chicos, que de 10 a 18 años de edad, deseasen ser exploradores, a los que se advertía que la cuota mensual para el sostenimiento de la institución era de 25 céntimos al mes.

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